RBEC
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2023
ISSN: 2525-4863
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Revista Brasileira de Educação do Campo
Brazilian Journal of Rural Education
ARTIGO/ARTICLE/ARTÍCULO
DOI: http://dx.doi.org/10.20873/uft.rbec.e14912
Comunalizar la escuela bilingüe desde los suelos que
respiramos: Voces y prácticas comunitarias de maestras y
maestros chinantecos en Oaxaca
Miguel Dario Hidalgo Castro1, Roberto Sánchez Linares2, Pablo Ojeda Carrillo3
1 Universidad Pedagógica Nacional - UPN. Coordinación de Investigación. San Juan Bautista Tuxtepec, Oaxaca, México.
2Universidad Autónoma Comunal de Oaxaca - UACO. 3 Coalición de Maestros y Promotores Indígenas de Oaxaca - CMPIO.
Autor para correspondência/Author for correspondence: hdario65@yahoo.com
RESUMEN. El escrito aborda una experiencia sobre la trayectoria de
la Educación Comunitaria localizada en comunidades chinantecas del
Estado de Oaxaca. Profesores y profesoras chinantecas se han dado a
la tarea histórica de construir proyectos educativos desde la
colectividad, acciones que les han permitido desentrañar las rutas para
descolonizar la educación. La interacción simétrica entre la escuela y
las comunidades se ha ido fortaleciendo a través de los años de
trabajo. Estas formas y prácticas escolares también consideran temas
propios que permiten hacer procesos reivindicativos de las dinámicas
y estructuras comunitarias, como saberes y conocimientos rurales
comunitarios que se genera en lo cotidiano, Se puntualiza la
comunalidad como horizonte práctico-explicativo que ayuda a
articular los saberes y conocimientos comunalitarios en las prácticas
escolares, luego entonces experiencias educativas otras desde una
concepción de aprendizaje en colectivo –por comprensión-.
“Comunalizar la educación”, entre otros, es un principio del
movimiento pedagógico que orienta el trabajo educativo entre los
Chinantecos como sujetos comunitarios. Hemos de mencionar, que el
acompañamiento pedagógico y la vinculación con el movimiento
político magisterial nos ha acercado a datos importantes y testimonios
desde la observación involucrada y entrevistas conversadas para la
elaboración de esta experiencia educativa localizada.
Palabras clave: comunalidad, educación comunitaria localizada,
movimiento pedagógico, descolonización y conocimientos
comunitarios.
Hidalgo Castro, M. D., Sánchez Linares, R., & Ojeda Carrillo, P. (2023). Comunalizar la escuela bilingüe desde los suelos que respiramos: Voces y prácticas
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Communicating the bilingual school from the soils we
breathe: Voices and community practices of chinantecos
teachers in Oaxaca
ABSTRACT. This paper deals with an experience on the trajectory of
Community Education located in Chinantec communities in the State
of Oaxaca. Chinantec teachers have given themselves the historical
task of building educational projects from the community, actions that
have allowed them to unravel the routes to decolonize education. The
symmetrical interaction between the school and the communities has
been strengthened through years of work. These school forms and
practices also consider their own topics that allow making vindicating
processes of community dynamics and structures, such as rural
community knowledge and knowledges that are generated on a daily
basis, communality is pointed out as a practical-explanatory horizon
that helps to articulate community knowledge and knowledges in
school practices, then other educational experiences from a
conception of collective learning -by understanding-.
"Communalizing education", among others, is a principle of the
pedagogical movement that guides the educational work among the
Chinantecos as community subjects. We have to mention that the
pedagogical accompaniment and the link with the political movement
of teachers has brought us closer to important data and testimonies
from the observation involved and interviews for the elaboration of
this localized educational experience.
Keywords: communality, localized community education,
pedagogical movement, decolonization and community knowledge.
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Comunicando a educação bilíngue a partir dos solos que
respiramos: vozes e práticas comunitárias de professores
chinantecos em Oaxaca
RESUMO. Este artigo trata de uma experiência da trajetória da
educação comunitária em comunidades Chinantec no estado de
Oaxaca. Os professores Chinantec assumiram a tarefa histórica de
construir projetos educacionais a partir do coletivo, ações que lhes
permitiram desvendar as rotas de descolonização da educação. A
interação simétrica entre a escola e as comunidades tem se fortalecido
ao longo dos anos. Essas formas e práticas escolares também
consideram seus próprios temas que permitem processos que
reivindicam a dinâmica e as estruturas da comunidade, como o
conhecimento e o saber-fazer da comunidade rural que são gerados no
dia a dia. "Comunalizar a educação", entre outros, é um princípio do
movimento pedagógico que orienta o trabalho educacional entre os
chinantecos como sujeitos comunitários. Devemos mencionar que o
acompanhamento pedagógico e o vínculo com o movimento político
dos professores nos aproximou de dados e testemunhos importantes
da observação envolvida e das entrevistas que realizamos para a
elaboração dessa experiência educacional localizada.
Palavras-chave: comunalidade, educação comunitária localizada,
movimento pedagógico, descolonização e conhecimento comunitário.
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Introducción
Históricamente los pueblos originarios del mundo han luchado por no desaparecer, el
precio que siguen pagando por la modernidad es la agonía de sus culturas, de sus prácticas y
de sus conocimientos ancestrales resguardados en sus idiomas y en sus formas de vida. En
México, muchos de las nuevas generaciones desconocen cuántos y qué pueblos originarios
moran en nuestros territorios. Se siguen adoptando modelos educativos colonizadores que
buscan una sola nación, una sola lengua, en este caso, un/a solo/a mexicano/a.
En medio de la modernidad colonial y sus expresiones hegemónicas del tiempo y del
espacio, emergen diversas experiencias educativas otras en Oaxaca que destacan por su fuerte
influencia que manifiestan las formas de vida que tienen los pueblos originarios. Los suelos
complejos y disparejos que pisan las infancias, los/as docentes, las comunidades, las familias
develan la necesidad de repensar otras educaciones y otras pedagogías que permitan el regreso
al origen de sus conocimientos, que pongan ante todo la respiración, la vida y la salud en el
centro de todas las prácticas. Estas preocupaciones comunitarias depositadas en los corazones
de los indígenas maestros y maestras han provocado una rajadura en los diversos
movimientos pedagógicos. Un referente histórico importante en esta línea de trabajo es La
Coalición de Maestros y Promotores Indígenas de Oaxaca (CMPIO) con sus más de 40 años
de experiencia en la lucha por la reivindicación de su condición indígena y, de manera
simultánea, por una educación alternativa pertinente con las comunidades de los pueblos
originarios en Oaxaca
i
. Estos, por costumbre de lucha magisterial, abiertamente se
contraponen a la historia hegemónica lineal y al espacio de control que muestra la escuela
tradicional oficialista.
En Oaxaca, la región de Chinantla es la base natural de muchas vidas, ella garantiza la
respiración de muchos seres vivos. En estas regiones de selvas y bosques resguardan las
principales poblaciones chinantecas en los municipios de San Lucas Ojitlán, San Felipe Usila,
San Juan Bautista Tlacoatzintepec, San Juan Bautista Valle Nacional, Santa María Jacatepec,
Ayotzintepec, Santiago Jocotepec, San Juan Petlapa y San Juan Lalana. Los chinantecos son
personas que aman y respetan a la madre naturaleza; ejemplo de ello es que son guardianes de
los bosques y ríos, buscan la manera de sostener el equilibrio natural a través de sus utopías.
Son en estos suelos donde descansan las prácticas docentes de profesores Chinantecos que
rayan en rastros sustanciales que se acercan a una forma de educación comunitaria
“localizada”. Es importante señalar que estos profesores/as Chinantecos/as además de estar
adheridos a la CMPIO, conforman la Jefatura Escolar No. 21 Plan Piloto en la estructura del
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Instituto Estatal de Educación Pública en Oaxaca (IEEPO); y, al mismo tiempo, como
sindicalizados militantes, son integrantes activos del Movimiento Democrático de los
Trabajadores de la Educación en Oaxaca (MDTEO) aglutinados en la Coordinadora Nacional
de los Trabajadores de la Educación
ii
(CNTE).
Para la narrativa del Estado son los Maestros Bilingües. Sin embargo, en este caso, los
maestros y maestras chinantecas de acuerdo con el párrafo anterior, representan tres formas de
manifestarse en el escenario del ser, hacer y estar. Por un lado, caracterizan el ser Chinanteco
con sus propias formas de vida campesina en relación con su suelo que pisan y la
biodiversidad que les rodea; por otro, son militantes de la CMPIO reivindicando su condición
de indígenas en resistencia desde formas de vida Chinanteca hasta las manifestaciones
lingüísticas que refuerzan su identidad; y por último, el rol que juegan como profesores/as en
el sistema educativo nacional, los sojuzga a determinadas normas, reglas y políticas de trabajo
asalariado que los han llevado a comprender la necesidad de una educación comunitaria
localizada desde y con los pueblos originarios. En esta compleja manifestación de ser, hacer y
estar en movimiento, el/la profesor/a Chinanteco/a han construido diversas rutas que les ha
permitido experimentar, en el tiempo, organización, diálogo y participación estrecha con las
comunidades del pueblo Chinanteco.
Para fines de este estudio tomamos como referente nuestro acompañamiento en el
movimiento pedagógico de las regiones chinantecas de San Juan Lalana, San Juan Petlapa y
Santiago Jocotepec
iii
suelos que pisan los y las profesoras indígenas para dinamizar la
educación comunitaria localizada. Representan una cultura comunitaria que se constituye
claramente por sus dinámicas colectivas y estructuras de trabajo en formas de vida comunal.
Su colaboración con las escuelas del Plan Piloto-CMPIO ha sido muy importante para
fortalecer una relación simétrica escuela-comunidad y, sobre todo, para el desarrollo
epistémico que se va generando en procesos de descolonización de conocimientos y haceres
ajenos con métodos educativos comunitarios localizados.
Coalición de Maestros y Promotores Indígenas de Oaxaca y su paso por el Movimiento
Pedagógico
En estos espacios de lucha colectiva (CMPIO-CNTE) e inspirados en los saberes y
necesidades de los pueblos originarios, nace el “Movimiento Pedagógico” en Oaxaca y, en el
caso particular de la región, el “Plan de la Chinantla”, aspecto que más adelante se aborda.
Las condiciones políticas y culturales del magisterio oaxaqueño expresaron no sólo la defensa
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de los derechos laborales; sino, como ya se dijo, la reivindicación de su condición indígena y,
en lo posible, un horizonte viable de una Educación Comunitaria Localizada que incluye
narrativas de diversos saberes, conocimientos e historias locales. Así, desde este ángulo, se
crea la consigna de los/as profesores/as Chinantecos/as: “Aprendiendo de nuestras raíces
culturales para la autonomía”.
Las preguntas comunes que se hicieron en este contexto para transitar de una escuela
indígena bilingüe a una escuela comunitaria les trajo una acumulación de experiencias muy
importantes en la práctica de alternativas para una educación comunitaria localizada; fueron
en un inicio ¿Cómo involucrar a la comunidad con la escuela? Después de transitar por
diversas alternativas (Freinet, Aprendizaje Operatorio, comunalidad) y reflexionar de manera
colectiva en el tiempo, se cuestionaron: ¿Cómo involucrar a la escuela con la comunidad? y
¿Cómo involucrarnos con la comunidad? Estas interrogantes, se encontraron con un horizonte
de posibilidades que les fue configurando formas otras de estar y hacer educación. Los
profesores Chinantecos, en estas experiencias de búsquedas, encuentros y desencuentros han
puesto en práctica algunas alternativas que han estimulado el diálogo y la participación
comunitaria. Sus búsquedas descansan sobre el ejercicio de la colectividad comunitaria, como
las asambleas comunales, reuniones y tequios académicos, encuentros y desencuentros,
debates y conflictos con los actores comunitarios y externos que fungen como acompañantes
pedagógicos.
La educación escolar entonces se sale de la escuela y se introduce a la comunidad, se va
visibilizando una educación comunitaria localizada de manera paulatina; la participación
comprometida de las personas de la comunidad, configuran rastros de una educación
comunitaria posible desde la escuela. Acercarse a la comunidad y operar con la realidad
comunal, es el ser, hacer y estar de los/as profesores/as Chinantecos/as en la búsqueda
constante por Comunalizar la educación.
El eje de aprendizaje en la educación comunitaria localizada es, sin duda, el trabajo; el
trabajo de las mujeres en el campo y con la familia, el trabajo de los hombres en la siembra y
en el cuidado de la tierra y el territorio, el trabajo de los niños y niñas en el campo y en los
quehaceres de la casa, el trabajo de las autoridades comunitarias, el trabajo impago (Tequio)
de los/as comunitarios/as para el bien común, el trabajo de los curanderos y curanderas, de los
hombres y mujeres medicina, el trabajo de los comités comunitarios (Fiestas y eventos
especiales escolares), el trabajo de maestros y maestras de la comunidad; el trabajo pues, en
las formas de ser, hacer y estar en órbitas comunitarias.
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Luego entonces, la escuela en el escenario Chinanteco y las prácticas de los/as
profesores/as por vincularse más allá de las relaciones institucionales y tradicionales que
provoca la escuela pública, los ha llevado en estas prácticas, escuchar y trabajar desde una
mirada comunitaria (Mandar obedeciendo), Freire nos recuerda que, en estos procesos de
aprendizaje, hay que saber escuchar, luego entonces los y las coloca en una situación de
participación comunitaria muy interesante donde reconocen a los/as portadores/as de
conocimientos como fuente digna del saber propio. Así lo explica Bonilla:
En su desenvolvimiento ha de reinstalar al narrador como Sabedor y al investigador como
relator. En un acto de jerarquización inversa, reconoce la autoridad epistémica del primero a
la vez que la resta al segundo. Bajo la lógica de este acto, el relator se abre a una relación
comunicativa que está permanente abierta a las tematizaciones críticas y situadas del
presente que hace el narrador (Bonilla, 2022, p. 20).
Caminar desde lo propio predice horizontes posibles; por un lado, talleres, cursos,
seminarios y círculos de estudio que trastocan criterios y pautas para una formación docente
muy otra, los/as ha metido a participar en experiencias epistemológicas, metodológicas y
pedagógicas muy importantes para la autoformación docente en colectivo; por el otro, las
consultas y las diversas temáticas locales fundantes para la vida comunitaria terminan por
orientar una educación comunitaria localizada. Por ejemplo, en esta línea de acción, han
desarrollado talleres sobre salud comunitaria; tierra y territorio; lengua Chinanteca;
sistematización de saberes comunitarios; proyectos productivos; entre otros.
Vale destacar que, con el paso del tiempo, van fortalecido gradualmente el colectivo de
profesores/as Chinantecos/as en un nosotros vinculados en comunalidad, así, el papel de
relatores/as-participantes y el reconocimiento a los/as sabedores/as comunitarios/as, ha sido
una contribución muy significativa y dignificante para el al movimiento pedagógico de la
CMPIO en la Chinantla.
Para los/as profesores/as Chinantecos/as, la escuela se ha convertido un espacio vivo
con un lenguaje propio y una reciprocidad de conocimientos ancestrales que se traduce en un
diálogo de saberes comunitarios en la ruralidad-indígena. Bajo estos argumentos, el diálogo
como fuente de descolonización permite que la escuela proteja, reproduzca y comparta los
saberes y conocimientos originarios. Así como lo dice el profesor Pablo Ojeda Carrillo de
origen Chinanteco: “En la pedagogía comunitaria el elemento fundamental es el dialogo… se
realiza en las familias y se da en las asambleas comunitarias” (Hidalgo, 2019, p. 20). Por su
parte, Doménica Canseco, profesora Chinanteca, dice: “… debe haber dialogo con los niños,
con los padres de familia y la comunidad, planear de manera conjunta para que todos
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tengamos conocimientos del tema comunitario, porque el aprendizaje empieza por el dialogo”
(Hidalgo, 2019, p. 34). Así es como se abre el horizonte de posibilidades educativas
comunitarias localizadas.
Experiencia y horizontes del Plan de la Chinantla
Un largo caminar de experiencias colectivas advirtieron la llegada del Plan de la
Chinantla (2000-2001). Participaron entonces tres zonas escolares de la Región: de la parte
baja estuvo la Zona 008 de Tuxtepec; de la parte media la Zona 112 de Santiago Jocotepec y,
de la parte alta, la Zona 196 de Yolox. Profesores/as y padres/madres de familia
convocados/as colaboraron, durante tres de días de trabajo intenso, en la consigna histórica
que iluminó el camino por una educación propia comunitaria (Localizada) en estas
comunidades chinantecas, que le denominaron Plan de la Chinantla
iv
.
En estos días de discusión y propuestas, se pusieron en tela de juicio las prácticas
escolares que están bajo formatos preestablecidos con saberes inertes e irrelevantes para la
vida comunitaria; más bien estructuran pensamientos nacionalistas que se contraponen e
invisibilizan la diversidad de culturas originarias, entre estas la cultura Chinanteca. Por eso,
vale advertir que la necesidad de proponer una educación comunitaria localizada se dio
principalmente por las características que representa la escuela formal en las comunidades
rurales indígenas chinantecas, encontraron como diría Aníbal Quijano (1997), una forma de
colonialidad del poder y del saber que pretende, en este caso, a través de la educación
nacional, mexicanizar a las y los indígenas chinantecos/as.
Santiago Jocotepec sede de la zona escolar 112 Plan Piloto, fue quien mejor se
posesionó del Plan para una práctica docente otra y la configuración de una educación
comunitaria localizada, su transitar por experiencias colectivas de participación, involucran a
todas/os los actores sociales, tales como encuentros de estudiantes, padres/madres de familia,
maestros/as, cursos-talleres, consultas, clases abiertas y exposiciones públicas durante más de
dos décadas. Ser siendo se traduce en actividades educativas otras, que van configurando un
dispositivo pedagógico a modo comunitario localizado, como propuesta metodológica, desde
realidades sociales chinantecas, en palabras de Grinberg: “… para “tocar” eso que está siendo,
relaciones estratificadas, modos de pensamiento sedimentados, leyes, normas, formas de ser,
deseos, etc., siempre en eso múltiple que involucran las relaciones de poder”. Cuestionado,
sin duda, por el colectivo de docentes chinantecos/as (Grinberg, 2022, p. 38).
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En los años 90’s nace el lema: Aprender de nuestras raíces culturales para la autonomía.
Consigna que articula expectativas, participación y escenarios posibles para una alternativa en
educación con rostro comunitario localizado hacia la emancipación de los pueblos originarios.
La visión ancestral, la dignificación de lo propio y la visibilización de la vida rural indígena
Chinanteca son elementos que permiten una relación menos asimétrica entre escuela-
comunidad. En otras palabras, lo que permite la convergencia-diálogo entre la escuela y la
comunidad son los saberes y conocimientos comunitarios (locales) que se habilitan desde los
rituales mismos de la vida cotidiana, la memoria colectiva y la voluntad de los/as
profesores/as por transformar la realidad subordinada al sistema capitalista y la insistente
modernidad occidental.
Una característica en este proceso de resistencia propositiva es que, en el proyecto
escolar comunitario, participan los padres/madres de familia y personas del lugar que han
construido conocimiento comunitario, los/as sabedores/as portadores/as de conocimiento;
dicho de otra manera, intentan involucrar más los saberes locales, mediante estos/as
portadores/as de conocimientos, en los procesos educativos de la escuela. De esta forma, se
determina una especie de ayuda mutua entre la escuela y sus saberes escolares y la comunidad
y sus conocimientos comunitarios. Entendemos, que los padres/madres y comunidad
colaboran en el mismo escenario donde están los/as estudiantes y maestros/as; y los/as
estudiantes y maestros/as colaboran en los espacios de conocimientos de las familias y
comunidad toda.
Trascender de los contenidos nacionales como únicos, significa revolucionar en la
práctica docente y en el ejercicio de aprendizaje -no de enseñanza-, en dos sentidos: Uno,
partir desde lo propio, donde la escuela ayuda al reconocimiento del suelo que se pisa y los
conocimientos y saberes que configuran reproducción social-comunitaria en tierra-territorio;
y, dos, sin duda, la inercia colectiva ancestral para hacer y estar en los aprendizajes. Esta
interacción simétrica entre la escuela y la comunidad, sin exagerar, va condicionando y
mejorando la participación de los actores involucrados a “modo otro” comunitario
(Participación-acción-aprendizaje) (Walsh, 2014).
Desde la perspectiva comunal es muy importante mencionar el territorio, los actores, el
trabajo y los resultados que generalmente terminan en un goce colectivo como elementos
inspiradores de una educación otra comunitaria; es decir, el sentido comunalitario y sus
formas de aprendizaje se comparten en territorio, diálogo de saberes, intercambio de
experiencias y compartición de alegrías dignas de reconocerse. Las diferencias o dificultades,
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que naturalmente suelen presentarse, se llegan a eclipsar por las mismas dinámicas
comunitarias. Luego entonces, la concepción de aprendizaje en colectivo, a pesar de posibles
contradicciones, reposa en las formas de vida ancestral y sus componentes; o sea, en eso que,
sustentado en la asamblea, llaman comunalidad.
En estos espacios de aprendizaje, inspirados en el Plan de la Chinantla, nace la
Educación Comunitaria. Dialogar la cultura propia -con las formas de vida y los
conocimientos- implica resignificar el concepto de aprendizaje en colectivo y reconocer, en
estas experiencias de aprendizaje, el lugar de la niñez, la escuela y el conocimiento en la vida
comunitaria. En tanto, decimos que el aprendizaje es un acto colectivo-comunitario por su
carácter de compartición y reciprocidad. Además, entendemos que el aprendizaje es una
relación dinámica con el entorno sociocultural y bio-geográfico a través de la comprensión del
ser, hacer y estar en el mundo.
Entonces la tarea de comunalizar la educación
Si vamos entendiendo que Comunalizar la educación necesita de comunión, comunidad
y territorio; es decir, unión y comunicación en un lugar determinado, la educación
comunitaria, en principio, no depende de teorías dadas, sino del reconocimiento de prácticas
en la realidad comunalitaria que procura el territorio y sus componentes; así, algunas
actividades de reflexión como el dialogo cultural y la Flor Comunal
v
de Juan José Rendón
Monzón, y la producción de texto libre
vi
de Celestine Freinet; quienes presuntamente parten
de la realidad comunitaria. Para este fin, Floriberto Díaz, pensador oaxaqueño de la
comunalidad, de forma contundente propone: “… que usen el libro abierto de la naturaleza y
de la sociedad” (Robles, 2007, p. 29).
Los pueblos chinantecos dialogan constantemente con la Madre Naturaleza; en sus
idiomas cobran vida los árboles, las montañas, los ríos, la luna, el sol, las hormigas… Es la
Naturaleza la primera biblioteca que los niños y niñas consultan para interpretar el mundo, su
mundo. Por otro lado, están los trabajos, las prácticas, los saberes, los consejos, los sueños…
Que son las acciones que les permiten dinamizar y vincular la herencia de la cultura
chinanteca. Estos conocimientos deben de dialogar con las escuelas y las comunidades para
hablar de una educación con pertinencia cultural, con justicia social, con conocimientos
colectivos propios, con el uso de los idiomas chinantecos en su más de 14 variantes
lingüísticas.
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Por tanto, la emergencia de un Plan de trabajo comunitario nace entre los Chinantecos,
como ya lo hemos dicho, en Plan de la Chinantla; forzosamente consiste en algunos acuerdos
muy importantes que vislumbraron acciones comunitarias y retos escolares por descolonizar
las prácticas educativas de la escuela pública; por ejemplo, los padres/madres de familia les
piden a los/as maestros/as que se pongan de acuerdo con la comunidad en qué y cómo enseñar
mejor a los niños y niñas los conocimientos propios. También consideran, desde la
perspectiva lingüística, con suma importancia que los niños y niñas salgan de la escuela
escribiendo y leyendo en las dos lenguas (Chinanteco y español). Esto refuerza los entonces
principios orientadores de inspiración comunitaria en el Plan de la Chinantla, que emergen a
nivel Estado desde la CMPIO:
1.- Revalorizar la lengua y culturas originarias.
2.- Comunalizar la educación.
3,- Hacer presente la ciencia en la escuela.
4.- Impulsar la producción, proteger el medio ambiente y los recursos naturales.
5.- Humanizar la educación.
6.- Hacer presente el arte y la tecnología en la escuela.
Son principios que, si no se han cumplido de manera cabal, han servido como una ruta
viable para transitar a una educación comunitaria desde y con las comunidades. Por ejemplo,
esto les ha ayudado a observar que la educación tradicional y su dispositivo pedagógico
institucional no responde a las condiciones y necesidades de los pueblos Chinantecos; los
lleva a comprender que este tipo de educación hace mucho daño a las culturas, lenguas,
valores y saberes de los pueblos originarios. Es, en este caso concreto, que se observa el gran
desafío por re-territorializar el conocimiento Chinanteco ante los intentos de desplazamiento
por los dispositivos pedagógicos de la escuela pública.
Por otro lado, han derrumbado la creencia de que los/as maestros/as son los/as únicos/as
portadores/as del saber y que los/as alumnos/as y el pueblo son ignorantes; al mismo tiempo,
han abandonado la idea que son agentes de cambio y que los/as alumnos/as y pueblo tienen
que hacer lo que se les indique. Por el contrario, se han dado a la tarea de impulsar una
educación alternativa pertinente que vaya fortaleciendo la comunalidad de los pueblos
originarios en la Chinantla a partir del reconocimiento de lo propio y dignificar la escucha de
los/as portadores/as de experiencias y conocimientos de estas comunidades.
La Jefatura de Plan Piloto crearon las comisiones pedagógicas de zona (COPEZ) y,
como ya se mencionó, organizaron diversas actividades académicas de otra formación a través
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de cursos, talleres, diálogos, exposiciones, conferencias, asesorías, demostraciones, etc. En el
andar han realizado Encuentros de Maestros/as; Encuentros de Niños/as y Encuentros de
Padres/Madres de Familia; esto posibilitó realizar Congresos Educativos en doce áreas
lingüísticas y, al final, el Congreso Estatal de Educación Alternativa (1995 y 2002).
En la actualidad, las actividades escolares han trascendido el aula y la escuela. En el
caso de las comunidades Chinantecas, las consultas comunitarias y la participación de
personas de cultura comunitaria les ha permitido construir líneas epistémicas de trabajo en
espacios de aprendizaje como la agroecología y la salud comunitaria; siempre tomando en
cuenta los saberes de los niños/as, padres/madres de familia y comunidad en su conjunto.
Sobre todo, para revalorar y dignificar la vida en común y las prácticas de la memoria
colectiva que se traducen en epistémicos de la cultura Chinanteca.
A través del Movimiento Pedagógico y la orientación de Comunalizar la educación,
los/as profesores/as Chinantecos han aprendido a compartir sus conocimientos con los
compañeros y compañeras; aceptan como fuente de conocimiento la vida cotidiana de las
comunidades del pueblo Chinanteco; al mismo tiempo, propician la reflexión y la
concientización de la gente y dignifican, de una manera incluyente, las prácticas comunitarias
que sostienen la vida comunal Chinanteca. A diferencia de la escuela pública tradicional que
“educa” ignorando la vida de la gente, en el movimiento pedagógico de la CMPIO-Plan
Piloto, se educan con, en y para la vida.
En este sentido, podemos ver como el estar, saber y hacer de la escuela y la comunidad
hallan sinergia desde el contexto y la voluntad de (re)conocer el conocimiento Chinanteco.
Esto es, estar, saber y hacer comunalidad, constituyen el presagio educativo comunitario
localizado de las escuelas chinantecas del Plan Piloto en el Estado de Oaxaca por comunalizar
la educación.
Caminar dialogando y haciendo, hacia una metodología de la compartencia
Las diferentes actividades que se han realizado en las diversas zonas escolares, donde
los/as maestros/as y las comunidades se hacen partícipes; generalmente son convocados/as a
estas actividades por las autoridades comunales y los/as profesores/as de las escuelas. Son
actividades en las que los maestros/as aprenden a escuchar las intenciones y necesidades de
las comunidades, así como las posibilidades reales con que la escuela y el personal docente
comunitario organiza actividades de trabajo. En otras palabras, es el diálogo lo que les ha
permitido la vinculación entre la escuela y comunidad de una manera simétrica donde el/la
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profesor/a escucha y escribe y la comunidad habla y propone. En esta relación dialógica
freireana, al final, es como se crean dinámicas de trabajo comunitario que les permiten
percibir un horizonte de posibilidades alternativo, situado y descolonizador.
Esto se ha manifestado en diferentes dimensiones, en el nivel escolar donde participan
los/as estudiantes; en el nivel comunitario donde los padres/madres de familia y las
autoridades comunitarias participan; y en el nivel estatal, donde el grupo de profesores/as
adherentes a la CMPIO discuten posibilidades reales de una educación alternativa con rastros
comunalitarios. Vale mencionar que, en esta dinámica de trabajo, quienes toman la última
palabra son los/as comunalitarios/as y los/as profesores/as en dialogo escuela-comunidad. En
común acuerdo de colaboración, la escuela procede, por mandato de las comunidades, a
organizar las actividades pertinentes.
Figura 1 - Consulta al Consejo de Ancianos.
Consejo de ancianos en asamblea con los maestros
para dialogar las necesidades educativas y
comunitarias, un ejemplo de vinculación
comunidad-escuela.
Fuente: Archivo personal del Profesor Pablo Ojeda Carrillo.
Las actividades de estudio se traducen, en los estudiantes, en investigación, exposición y
compartencia. El trabajo escolar en tanto se convierte en una actividad creativa para los
estudiantes y profesores/as. Encontramos, además, que la investigación-exposición descansa
en principios colectivos: Planificación colectiva; trabajo organizativo diario; y discusión y
balance colectivo. La escuela ha comprendido que la comunalidad no hace a los/as
profesores/as observadores/as ni enseñantes sino participantes y aprendices que comparten
conocimientos. En este sentido comunal, la escuela no se puede percibir sin la comunidad y
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viceversa. Así vislumbra, en la práctica, comunión, comunicación, preocupación mutua y
reciprocidad.
Perspectivas de los trabajos comunalitarios
La Zona Escolar 112 de Santiago Jocotepec trabajan desde la militancia para construir
nuevas rutas que les permitan caminar en la búsqueda de una educación con justicia social,
tomando como referente los conocimientos comunitarios: la organización, el trabajo, el
territorio y el goce que son los pilares de la comunalidad. El logro de colaboración de los/as
sujetos portadores/As de conocimientos de las comunidades ha sido un factor muy importante
para re-territorializar los conocimientos propios de las comunidades. Así como la
participación de los/as estudiantes en procesos explicativos de temas comunitarios relevantes
para la vida comunal como los siguientes:
1. Organización comunitaria: asambleas, sistemas de cargos, reuniones, resolución de
conflictos, defensa del territorio, bienestar colectivo, fiestas patronales, entre otros.
2. Conocimientos de la Naturaleza: calendario agrícola, ciclos naturales de la luna,
crianza, cuidado de los ríos y manantiales, siembra…
3. Salud comunitaria: los saberes de los/as ancestros/as, alimentación digna, nutritiva y
con identidad, cocineras, curanderas/os, culebreras/os, hueseras/os, parteras/os,
huertos de plantas medicinales…
4. Agricultura y ganadería comunitaria: quelites, milpas, ejotes, plátanos, chayotes, yuca,
mangos, gallos, gallinas, guajolotes, patos, cerdos, gatos, perros, burros…
5. Estética y filosofía comunitaria: rituales, trabajo artesanal (huipiles) la creación del
mundo a través de las narraciones como cantos y cuentos, consejos de los ancianos,
ética comunal…
Presentamos un ejemplo del trabajo colaborativo pedagógico-comunitario que se
desarrolla en las escuelas primaria Ignacio Zaragoza y el preescolar José Vasconcelos,
ubicadas en el pueblo chinanteco de Arroyo Plátano, municipio de San Juan Lalana, Oaxaca,
ambas escuelas catalogadas como escuelas bilingües. El proyecto educativo toma como
referentes los conocimientos y prácticas comunitarias, entre las que podemos mencionar están
las plantas comestibles de la comunidad, juegos y juguetes tradicionales, medicina
comunitaria, huertos, crianza de pollos, elaboración de totopos, entre otros temas importantes.
Durante el ciclo escolar 2021-2022 desarrollaron el proyecto de la elaboración del “Pan de
Piso”, un alimento que elaboran tradicionalmente de manera colectiva y que representa una
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base alimentaria importante para el pueblo. Para llevar a cabo los proyectos educativos los y
las maestras cuidan los aspectos pedagógicos-didácticos para articular los conocimientos, es
decir, que se puedan relacionar contenidos escolares y los saberes colocados en su matriz
cultural. Otro elemento importante es la voz de las portadoras/es de conocimientos, en este
ejemplo del pan, se invitan a los y las panaderas de la comunidad para que funjan como
acompañantes y asesores antes, durante y después la demostración pública del proyecto. A
continuación, compartimos algunas fotografías que dan muestra del trabajo colaborativo que
abren caminos para descolonizar la educación.
Figura 2 - Elaboración de Pan de Piso por estudiantes chinantecos.
Los portadores de
conocimientos son las y
los panaderos de la
comunidad, quienes
fungen como asesores
principales del proyecto
educativo comunitario.
Los niños se organizan
para el trabajo
colaborativo,
asignandose roles según
el grado escolar y lo que
saben hacer. Todos
pueden amasar, pero el
trabajo del horno le
corresponde a los de
quinto y sexto grado.
El Pan de Piso se
elabora entre todos los
participantes:
maestros, portadores de
conocimientos,
estudiantes, padres y
madres de familia,
invitados especiales y
autoridades locales.
El resultado del trabajo
colaborativo provoca
goce-celebración así
como aprendizajes
vinculatorios, algunos
ejemplos:
-Escucha activa
-Diálogo
-Valores
-Matemáticas
-Química
Entre otros
conocimientos.
Fuente: Fotografías de Miguel Darío Hidalgo Castro y Roberto Sánchez Linares.
Vale decir que la esta experiencia colectiva, punto de convergencia entre la escuela y la
comunidad, fue el imán de interacción que logró recuperar saberes y conocimientos sociales e
históricos comunitarios que logran acumular, compartir y re-apropiar los pueblos Chinantecos
y el movimiento pedagógico magisterial oaxaqueño. Por otro lado, el trabajo como sustento
de la vida cotidiana habilita y argumenta a los sujetos comunalitarios de sentido y lógica
comunal.
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Rastros para una educación comunitaria localizada desde lo propio.
Ahora el común se ha convertido en el eje que articula una educación pertinente para los
pueblos Chinantecos de Oaxaca. Esta característica contempla el territorio, la biodiversidad y
la atmosfera; también, las expresiones sociales, como la familia, la comunidad, el tequio
(trabajo impago), las fiestas, los cargos comunales. De igual manera, el conocimiento, la
lengua, las artes, las formas de pensar y hacer el mundo; por último, la vida misma, las
personas, las semillas, la herbolaria y todo lo que sostiene la vida en la tierra (Rockwell,
2016).
El común cultural, a diferencia del común natural que es agotable y limitado,
parafraseando a Rockwell (2016), se incrementa cuando se comparte, se diversifica y
enriquece. El compartir el conocimiento propio, en tanto, se convierte en un acto de
resistencia y re-existencia de la cultura ancestral Chinanteca. En esto de la re-existencia, lo
que hacen los/as profesores/as Chinantecos/as es mantener la práctica del tequio, el trabajo
comunal, el colectivo, los saberes y conocimientos comunitarios en perspectiva de
comunalizar la educación pública si fuera posible.
En este escenario, las relaciones pedagógicas están mediadas por el común, por el
contexto, por lo no escolar –no por el texto como en la escuela tradicional-; o sea, el contexto
amplio sociocultural y biogeográfico es considerado como el espacio-tiempo para acercarse al
conocimiento propio de las comunidades del pueblo Chinanteco, pero también para reconocer
lo ajeno y apropiarse de este, en la medida que sea posible para el bien común. Como decir,
en un diálogo triangulado, lo propio, lo ajeno y lo posible.
Comunalizar la educación es, sin exagerar, descolonizar la educación. Es desaprender la
educación tradicional y reaprender la educación comunitaria. Y, entonces, la escuela se
convierte en un espacio de dialogo de saberes comunitarios con la participación de diferentes
personas portadores/as de conocimiento; tal parece que, en esta dinámica, es más importante
aprender en colectivo lo propio que enseñar al colectivo saberes ajenos. En este sentido, la
organización y el fortalecimiento de las colectividades se expresan a través de la asamblea
comunitaria, ya que estas indican la brújula (lo propio, lo ajeno y lo posible) para la búsqueda
del bien común para todos y todas. En la asamblea se privilegia el diálogo y la escucha activa.
Entonces, la escuela tiene que escuchar a la comunidad y la comunidad escuchar a la escuela
para generar vínculos que propicie encuentros y acciones desde otras educaciones. El Plan
Piloto trabaja en estas rutas pedagógicas para comunalizar a la educación y dignificar la vida
comunitaria.
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Por otro lado, la desposesión es una herramienta de colonización; entonces, la
desposesión del saber, del hacer y ser se traduce en colonialidad, esta “se mantiene viva en
manuales de aprendizaje, en el criterio para el buen trabajo académico, en la cultura, el
sentido común, en la auto-imagen de los pueblos, en las aspiraciones de los sujetos, y en
tantos otros aspectos de nuestra experiencia moderna” (Maldonado, 2007, p. 131).
La colonialidad del saber, del hacer y del ser es expresión de la modernidad, la
desposesión es el estar colonizado. Para los/as profesores/as Chinantecos/as esto es muy
evidente. Saben que sus conocimientos propios están siendo sustituidos por conocimientos
ajenos y saben que el despojo del territorio, de sus conocimientos y saberes significaría la
muerte de su modo de vida indígena-campesina.
Por tanto, el estar requiere de un saber estar en dialogo habilitado por los ejercicios de
descolonización e involucrarse en las prácticas comunitarias y de colaboración –ayuda mutua-
con el uso del conocimiento propio van fortaleciendo y dignificando, en todas sus
dimensiones, los saberes y conocimientos comunitarios de los pueblos originarios. En esta
situación concreta, el saber estar es saber comprender y cuidar el mundo. En otras palabras,
comunalizar la educación, tanto a maestros/as, estudiantes y comunidad toda, les ha ayudado
a gestionar los conocimientos pertinentes, propios y comunitarios. En este caso no se trata de
construir el conocimiento abstracto, sino de repensar el conocimiento vivencial o, en su caso,
reconstruir el conocimiento comunitario concreto a “modo otro” localizado (Walsh, 2014).
Referencias
Bonilla, Ó. [et al.]. (2022). Retornar al origen: narrativas ancestrales sobre humanidad,
tiempo y mundo. Ciudad Autónoma de Buenos Aires: CLACSO; Montevideo: UNESCO.
Foucault, Michel. (1975) Vigilar y castigar. S.XXI. México.
Grinberg, S. (2022). Dispositivos, gubernamentalidad y escolarización en tiempos
gerenciales. In Silencios que gritan en la escuela: dispositivos, espacio urbano y
desigualdades (pp. 29-62). Ciudad Autónoma de Buenos Aires: CLACSO; San Martín:
UNSAM. https://doi.org/10.2307/j.ctv2v88d24.5
Hidalgo, C. M. D. (2019). Reflexionando en Colectivo. Prácticas Comunitarias. UPN-
Tuxtepec, Oaxaca. México.
Maldonado, T. N. (2007). Sobre la colonialidad del ser: contribuciones al desarrollo de un
concepto. In El giro decolonial. Reflexiones para una diversidad epistémica más allá del
capitalismo global (pp. 127-167). Biblioteca Universitaria CSH. Pontificia Universidad
Javeriana. Colombia.
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Quijano, A. (1997). Colonialidad del poder, cultura y conocimiento en América Latina. In
Anuario Mariateguiano, 9(9), Lima, Perú.
Robles Hernández, S., & Cardoza Jiménez, R. (Comp.) (2007). Floriberto Díaz. Escrito.
Comunalidad, energía viva del pensamiento Mixe. México: UNAM.
Rockwell, E. [Canal de profesores del DIE-CINVESTAV]. (2016, 6 de enero). Conferencia
de Elsie Rockwell y panel de cierre: El Trabajo de Educar, entre la guerra y el común.
[Video]. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=48EueRorIJ4
Walsh, C. (2014). Pedagogías decoloniales caminando y preguntando. Notas a Paulo Freire
desde Abya Yala. Revista Entramados. Educación y Sociedad, 17-31.
i
La Coalición de Maestros y Promotores Indígenas de Oaxaca (CMPIO), se crea a principios de los años 80’s
por diversos maestros y maestras indígenas del Estado de Oaxaca. Nace como una Asociación Civil; se
constituyen como Jefatura No. 21 Plan Piloto en la estructura educativa estatal y se adhieren a la Coordinadora
Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), órgano disidente al Sindicato Nacional de los Trabajadores
de la Educación (SNTE).
ii
Figura política disidente dentro del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación (SNTE).
iii
Municipios que se encuentran en la Región del Papaloapan, en el sureste del Estado de Oaxaca. También se
conoce como la Región de la Chinantla.
iv
En términos generales podemos decir que es un plan de trabajo para una educación comunitaria localizada,
contiene aspectos lingüísticos y socioculturales. En su desglose destaca precisamente “Comunalizar la
educación”. Se realizó en el ciclo escolar 2000 – 2001 en una comunidad chinanteca de nombre San Lucas
Ojitlán, Oaxaca.
v
Consultar la obra de Juan José Rendón Monzón “La Flor Comunal”, editado en México por la UNAM.
vi
Consultar la obra de Celestine Freinet “Por una escuela del pueblo”. Editado en México por Fontamara.
Informações do Artigo / Article Information
Recibido en: 25/09/2022
Aprobado en: 23/03/2023
Publicado en: 27/05/2023
Received on September 25th, 2022
Accepted on March 23th, 2023
Published on May, 27th, 2023
Contribuciones del artículo: Los autores fueron responsables de todas las etapas y resultados de la investigación, a saber:
preparación, análisis e interpretación de los datos; redacción y revisión del contenido del manuscrito y; aprobación de la
versión final publicada.
Author Contributions: The author were responsible for the designing, delineating, analyzing and interpreting the data,
production of the manuscript, critical revision of the content and approval of the final version published.
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Conflictos de interesses: Los autores declaran que no existe ningún conflito de interesses em relación com este artículo.
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Hidalgo Castro, M. D., Sánchez Linares, R., & Ojeda Carrillo, P. (2023). Comunalizar la escuela bilingüe desde los suelos que
respiramos: Voces y prácticas comunitarias de maestras y maestros chinantecos en Oaxaca. Rev. Bras. Educ. Camp., 8,
e14912. http://dx.doi.org/10.20873/uft.rbec.e14912
ABNT
HIDALGO CASTRO, M. D.; SÁNCHEZ LINARES, R.; OJEDA CARRILLO, P. Comunalizar la escuela bilingüe desde los
suelos que respiramos: Voces y prácticas comunitarias de maestras y maestros chinantecos en Oaxaca. Rev. Bras. Educ.
Camp., Tocantinópolis, v. 8, e14912, 2023. http://dx.doi.org/10.20873/uft.rbec.e14912
